Junto con el Clave bien templado de Bach, los 24 Preludios, op. 28 de Chopin son seguramente el grupo más famoso de piezas concebidas como un recorrido ordenado de las 24 tonalidades mayores y menores.
Franz Liszt, elogió los Preludios diciendo ‘calman el alma con sueños dorados y lo elevan a regiones ideales, admirables en su diversidad [ ] tienen los rasgos libres y grandiosos que caracterizan las obras del genio’.
Un ‘Preludio’, como indica su nombre, es una puerta abierta a lo que tiene que venir después. Cada uno de los Preludios de Chopin, son miniaturas donde habita todo un mundo de sentimientos, estados de ánimo en estado puro, desde la energía más febril del primero hasta el noble dramatismo de la pieza final.
Con cada Preludio, Chopin parece interpelar al oyente, pidiéndole que complete los sentimientos musicales evocados por el piano, y que se arriesgue a hacer un viaje emocional sin reservas; un viaje de vida.
Recogiendo el espíritu de Chopin, Alice Sara Ott, presenta el próximo 1 de diciembre a las 20 h, en el Palau de la Música, un recital centrado en los 24 Preludios, op. 28 de Chopin. Un concierto donde el arte de su piano se fusionará, con unas video proyecciones que nos harán transitar por paisajes virtuales más allá de la música, para describir un viaje vital único.