Durante años, sólo se conocía un concierto para violonchelo de Haydn, en re mayor, se sabía que Haydn había escrito anteriormente un concierto para violonchelo en do mayor, pero el concierto estaba totalmente perdido. La información provenía de un borrador de catálogo que el mismo Haydn empezó a escribir, bajo el nombre de «Lista de todas las composiciones que en la actualidad recuerdo haber compuesto desde los dieciocho años hasta los setenta y tres años».
Pero en 1961 se descubrió una copia del concierto en muy buen estado escondida en el Museo Nacional de Praga. El hallazgo certificaba que la memoria de Haydn a la hora de escribir sus recuerdos se conservaba intacta.
El concierto es un ejemplo del mejor arte de Haydn, con una música alegre, sólida y segura, escrita con un sentido maravilloso para ofrecer todos los detalles y matices musicales que ofrece el violonchelo y que exige un solista con gran virtuosismo y expresividad.